Tras la marea nadie tiene sed nos lastimamos suficiente cuesta mirarnos frente a frente, después de un puño contra la pared de dónde arranco yo un abrazo mientras tú juntas los pedazos, es preferible callar necesitamos el silencio para respirar. Llora conmigo hasta que el cielo sea cielo, hasta que el frío que hoy sentimos se convierta en fuego, hasta que llore el mar y el beso que quedó vacío ocupe su lugar y todo vuelva a empezar. Pasan las tardes sin mirar, sin vernos aguantamos el cariño por no portarnos como niños, mejor sentarme al borde de tu piel que echarle sal a las heridas de quien más amo en esta vida, la calma está por llegaren cuanto aclare la tormenta vamos a encontrar. Tomo distancia y sigo aquítan lejos y tan cerca de ti, que no me faltas, sé que la rabia es pasajera y aunque otra guerra espera yo no me marcho, tú no me dejas. Llora conmigo hasta que el cielo sea cielo, hasta que el frío que hoy sentimos se convierta en fuego, hasta que llore el mar y el beso que quedó vacío ocupe su lugar y todo vuelva a empezar. Y todo vuelva a empezar...
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